En psicología...

Ahora resulta que cada vez es más la raza pendeja que quiere entrar a psicología (qué les puedo decir?, tenemos pegue para atraer alumnitos mareados de prepas pedorras) y al ser cada vez más, ya no cabemos en el edificio.

A ejemplo, la novedad de que hace dos año (que ya no es novedad por que fue hace dos año pero en fin...) la ex-coordinadora de psicología se vio obligada en épocas de inscripción de nuevo ingreso, a INVENTAR un tercer piso en el edificio 9F de psicología, que dio como resultado una semana de morritos de nuevo ingreso buscando los salones con el numero "301".

Ahora, dos años después, se les ocurrió que sería buena idea que en vez de andar inventando mamadas... hay que hacerlas! (las cosas, no las mamadas).

¿Y cómo privar a los alumnos de la hermosa experiencia de convivir con albañiles tirando la hueva, taladros perforando encima de la cabeza o de perderte en los laberintos hechos con mamparas?, por eso decidieron avanzar las obras empezando el ciclo escolar y no en el verano cómo Dios el sentido común manda.

Eso si, que no digan que no estamos preparados para una expansión agresiva como esta, los mejores arquitectos y trabajadores de la zona se encargan no solo de obtener una excelente calidad de la obra, si no además, garantizar la seguridad de los alumnos que toman clase en el edificio, siempre utilizando tecnología de punta, cómo listones de "precaución" para que los chamacos no jueguen en las zonas de trabajo, o los infalibles aditamentos reguladores de presión hechos con madera reusable (green touch) para sostener el techo:

A huevo!, la seguridad ante todo

Sé que todos aquellos lectores provenientes de otras carreras han de estar muriéndose de envidia, pero para que vean que no todo es miel sobre hojuelas en psicología, les diré que sigo indignado por que aun no hay jabón en los baños, por esta razón me he decidido a protestar y expresar mi inconformidad no jalandole a los urinarios.

El pueblo! Unido! Jamás será vencido!